Entre tantas muestras de cariño, abrazos y felicitaciones por el extraordinario desarrollo de la procesión de la Señora de los Dolores coronada, el Viernes Santo, en la calle San José, entre el callejón Junquera y la calle Benjumeda, se perdió el corazón con los siete puñales que orgullosamente lucía en la solapa, era un regalo que mi Maestro, mi Amigo Manolo Merello, me hizo hace más de cuarenta años , de incalculable valor afectivo , fue grande la pena que sentí, no siendo óbice para la tremenda alegría y satisfacción que me produjo el buen hacer de la Cuadrilla con su Madre de los Dolores Coronada. La pena, se convirtió en una alegría inmensa, cuando durante la "fiesta" de la Cuadrilla, tras pedir Luis Rivas la palabra, e invitar a los "hombres de negro" que le acompañasen, dirigiéndose a mi, con unas preciosas frases llenas de cariño , Alfonsito, mi querido Alfonsito, me impuso el corazón con los siete puñales, replica del que se había perdido y en esta ocasión regalo de la Cuadrilla , grandísimo detalle que jamás olvidaré, y que ese corazón símbolo emblemático de los Servitas, reflejará el corazón de la Cuadrilla que seguiré luciendo con el mayor de los orgullos .
Eternamente agradecido .
